Exasistente de Sean “Diddy” Combs dice que le “lavaron el cerebro” cuando le envió mensajes amorosos 6z4049

NUEVA YORK -- Una exasistente personal que acusa a Sean “Diddy” Combs de violación testificó el lunes que continuó enviándole mensajes cariñosos al magnate del hip-hop durante años después de que su trabajo terminara en 2017, porque le habían lavado el cerebro. 5x2817

La mujer, que testificó bajo el seudónimo de “Mia”, refutó las insinuaciones del abogado defensor Brian Steel de que inventó sus acusaciones para sacar provecho de la campaña #MeToo contra Sean Combs.

Mia testificó en su tercer y último día en el juicio federal de Combs por tráfico sexual y crimen organizado en Manhattan, que se encuentra en su cuarta semana de testimonios.

Combs, de 55 años, se declaró inocente. Sus abogados iten que podía ser violento, pero niega haber usado amenazas o su influencia en la industria musical para cometer abusos.

Steel hizo que Mia leyera en voz alta numerosos mensajes de texto que le envió a Combs. En una de 2019, le contó a Combs que este la había rescatado de una pesadilla en la que estaba atrapada en un ascensor con R. Kelly, el cantante que desde entonces ha sido condenado por tráfico sexual.

"¿Y la persona que la agredió sexualmente acudió a su rescate?", preguntó Steel con incredulidad. Reformuló la frase, preguntándole si realmente soñó con ser salvada por un hombre "que la aterrorizó y le causó TEPT". La fiscalía objetó y el juez la confirmó.

Esta fue una de las muchas objeciones durante un interrogatorio combativo y a menudo errático, que contrastaba con el trato más amable de la defensa a otros testigos de cargo. En varias ocasiones, el juez interrumpió a Steel, indicándole que continuara o reformulara preguntas complejas.

En un mensaje a Combs del 29 de agosto de 2020, Mia recordó momentos felices de sus ocho años trabajando para él, como beber champán en la Torre Eiffel a las 4 de la mañana y rechazar la oferta del líder de los Rolling Stones, Mick Jagger, de llevarla a casa, diciendo que solo recordaba "los buenos momentos".

En el mismo mensaje, Mia mencionó que una vez se sintió "engañada" por una mujer. Steel le preguntó por qué no había dicho que Combs también la había engañado.

"Porque todavía me habían lavado el cerebro", respondió Mia.

Al pedirle explicaciones, Mia dijo que en un entorno donde "los altibajos eran muy altos y los bajos muy bajos", desarrolló una "gran confusión al confiar en sus instintos".

Cuando Steel sugirió que sus acusaciones de agresión eran inventadas, Mia respondió: "Nunca he mentido en este tribunal y nunca mentiré en este tribunal. Todo lo que dije es verdad".

Dijo que sentía la obligación moral de hablar después de que otros denunciaran a Combs, y declaró al jurado: "Ha sido un proceso largo. Estoy desentrañando las cosas. Estoy en terapia".

Mia alega que Combs la besó a la fuerza y ​​abusó de ella en su fiesta de 40 cumpleaños, y la violó meses después en una habitación de invitados en su casa de Los Ángeles. La semana pasada testificó que las agresiones fueron "aleatorios, esporádicos, tan extrañamente espaciados" que no pensó que volverían a ocurrir.

Durante mucho tiempo, dijo Mia, se guardó las agresiones para sí misma, incluso después de que su amiga, Cassie, exnovia de Combs, lo demandara en noviembre de 2023 alegando abuso sexual. La demanda, resuelta en cuestión de horas por 20 millones de dólares, desencadenó la investigación criminal de Combs.

Mia, después de Cassie, fue la segunda de tres testigos clave de la fiscalía. La tercera, bajo el seudónimo de "Jane", testificará a finales de esta semana.

Mia dijo que no se sentía cómoda diciéndole a Cassie, la cantante de R&B cuyo nombre legal es Casandra Ventura, que ella también había sido víctima. Aseguró que no se lo contó a la fiscalía cuando se reunió con ellos por primera vez en enero de 2024, y que esperó unos seis meses para hacerlo.

“Solo porque descubras algo no significa que te recuperes de inmediato. Todavía estaba profundamente avergonzada y quería morir con esto”, testificó Mia.

Steel sugirió que Mia solo se lo contó a la fiscalía después de obtener asistencia legal, acusando a la testigo de intentar sentar las bases para una demanda contra Combs.

Pero el juez Arun Subramanian desestimó los intentos de Steel de preguntarle a Mia si eligió a su abogado debido a su éxito al conseguir sentencias cuantiosas para la escritora E. Jean Carroll en demandas relacionadas con abuso sexual contra el presidente Donald Trump.

La fiscalía advirtió que el trato que Steel dio a Mia en el caso de Combs, que ha recibido mucha atención, podría disuadir a las víctimas de testificar en otros casos no relacionados.

La fiscal federal adjunta Maurene Comey acusó a Steel de gritarle y humillar a Mia, y argumentó que analizar sus publicaciones en redes sociales era excesivo e irrelevante.

"Estamos incurriendo en prejuicios y acosando a esta testigo", declaró Comey a Subramanian después de que el jurado abandonara la sala para un descanso.

Subramanian afirmó no haber escuchado gritos ni sarcasmo en las preguntas de Steel, pero le advirtió que no se excediera con preguntas sobre las publicaciones de Mia en redes sociales.