Lo que debes saber
- San Lorenzo, el club argentino de fútbol favorito del papa Francisco, le rindió un emotivo tributo a su reconocido hincha.
- En un video publicado en las redes sociales por el club, San Lorenzo se refiere a el Papa como "siempre Cuervo".
- El narrador cuenta de que cuando fue nombrado papa Francisco, "le contó al mundo su amor por el Ciclón de todas maneras posibles" antes de que el video pase a un clip del Papa vestido en su hábito clerical declarando con entusiasmo, "¡y qué gane San Lorenzo!"
San Lorenzo, el club argentino de fútbol favorito del papa Francisco, le rindió un emotivo tributo a su reconocido hincha.
En un video publicado en las redes sociales por el club, San Lorenzo se refiere a el Papa como "siempre Cuervo".
Noticias de Noreste 24/7 en Telemundo 47.

El narrador cuenta de que cuando fue nombrado papa Francisco, "le contó al mundo su amor por el Ciclón de todas maneras posibles" antes de que el video pase a un clip del Papa vestido en su hábito clerical declarando con entusiasmo, "¡y qué gane San Lorenzo!"
El papa era el socio N°88235, comprando metros cuadrados para que su amado equipo para "ayudar en la gesta incomparable de la vuelta a Boedo". (Boedo es un barrio trabajador de Buenos Aires.)
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Otro clip muestra a Su Santidad diciéndole a su equipo querido "Saludos a los campeones de Ámerica, el equipo de San Lorenzo" antes de decir "es parte de mi identidad cultural".
San Lorenzo ganó su primera Copa Libertadores, el máximo torneo de clubes de Sudamérica, en 2014, un año después de su ascenso al papado. La directiva del club y un grupo de jugadores llevaron el trofeo al Vaticano.
Posteriormente, los directivos del club decidieron bautizar su futuro estadio con el nombre del papa Francisco, quien hasta el final cotizó como socio.
Con el video publicado, el club también incluyó una nota que lee:
"Nunca fue uno más y siempre fue uno de los nuestros. Cuervo de niño y de hombre... Cuervo como sacerdote y Cardenal... Cuervo también como Papa...
"Siempre transmitió su pasión por el Ciclón: cuando iba al Viejo Gasómetro para ver al equipo del 46, cuando confirmaba a Angelito Correa en la capilla de Ciudad Deportiva, cuando recibía las visitas azulgranas en el Vaticano siempre con felicidad total... Socio N°88235.
"De Jorge Mario Bergoglio a Francisco, hubo algo que jamás cambió: su amor por el Ciclón.
"Envueltos en un profundo dolor, desde #SanLorenzo hoy le decimos a Francisco: ¡Adiós, gracias y hasta siempre! ¡Estaremos juntos por la eternidad!"
Aficionado de toda la vida del club argentino San Lorenzo, coincidía con quienes describen el fútbol como el deporte más hermoso del mundo. Pero Francis, quien falleció el lunes a los 88 años, también recurrió al deporte para compartir anécdotas sobre camaradería, compañerismo y trabajo en equipo en una sociedad cada vez más individualista.
Papa Francisco
Como la mayoría de los niños argentinos, el joven Jorge Mario Bergoglio, como era conocido antes de ascender a Papa, creció con el fútbol. Jugaba durante horas con sus amigos en las aceras o en los polvorientos potreros de su barrio natal de Flores, en Buenos Aires.
Según su propia evaluación, no era tan bueno.
En su autobiografía, publicada recientemente, "Esperanza", Francisco dijo que sus habilidades eran tan malas que lo apodaron "pata duro".
Como muchos en su familia, se hizo hincha del San Lorenzo, un club fundado por el sacerdote Lorenzo Massa en 1908. Sus aficionados reciben el apodo de "los cuervos" debido a la sotana negra de su fundador.
La radio se convirtió en su medio para mantenerse informado y escuchar los partidos de fútbol hasta que se mudó a Roma.
Una vez en el Vaticano, de la Guardia Suiza, quienes se encargaban de su seguridad, le informaron sobre los resultados de los partidos de San Lorenzo y Argentina.
Así se enteró de que Argentina había ganado su tercer título mundial en Catar tras una tanda de penaltis contra Francia.
Aunque era un entusiasta del fútbol, se pronunció contra el fanatismo y la violencia que a veces lo eclipsan. Instó a los jugadores de élite a mostrar humildad y recordar siempre sus orígenes.